En la Agencia 380, de Hugo Fernando Vergara, ubicada en Pueto Esperanza, hubo reparto de premios al por mayor. El 8 de mayo en la Quiniela Vespertina Misionera, un afortunado se metió de lleno en el acierto. El ingenio popular hizo el resto, decidió apostar al 48 (El muerto que habla) con el 22 (El loco), cabeza y cinco, cabeza y siete, cabeza y diez y cabeza y veinte. Se le hizo la redoblona. Y de yapa acertó a las dos cifras con el 48. El apostador cuando se enteró dijo “es para morirse de contento”, ya que había ganado 749.368,42 pesos.